Recientemente se celebró en Barcelona "la semana de las terrazas", donde 36 establecimientos hoteleros de la capital abrieron y mostraron sus mejores vistas, a semejanza de la "Barcelona Opportunity Week" o "Barcelona Shoopping Night".
Primero fueron las tiendas del Passeig de Gracia, en una noche que no olvidaremos; posteriormente los mejores restaurantes, los que se unieron de manera innovadora y original para vender sus productos; y ahora son los hoteles los que tienen esta original iniciativa de juntarse o vender marca de calidad, que esperamos se consolide como una cita habitual en la agenda de la ciudad.
Tenemos hoteles de prestigio, encantadores, elegantes, con restaurantes de estrella, bares cool para encuentros afterwork, y como no, preciosos jardines y terrazas, donde el aire corre de la manera más fashion, especialmente ahora, cuando se asoma la primavera.
Los más modernos, como el W, apuestan por sus maravillosas vistas sobre el litoral de Barcelona. Fantásticas panorámicas, en un ambiente cosmopolita. Similar pero opuesta vista la del Hotel Arts, que sigue siendo uno de los must de las celebrities que nos visitan.
Por otro lado nos encontramos con los clásicos, el Majestic, el Claris o el Condes de Barcelona. especialmente, el restaurante de la terraza del Claris de Jordi Clos -Presidente del Gremio Hotelero y del Grupo Derbi Hoteles-, se ha consolidado como punto de encuentro de la gente guapa madurita de Barcelona, y ahora abre también más allá de la época estival.
Finalmente, el último en llegar, la terraza del flamante Hotel Ohla, inaugurado recientemente, con restaurante estrella michelín, en pleno centro de la ciudad, y vecino del Central, ambos en Via Laietana.
Os confesaré algunos de mis preferidos: el jardín Mimosa del Mandarin Oriental, del Passeig de Gracia, la lujosa azotea del Casa Fuster (escenario que nos trae hermosos recuerdos personales) o la terracita más romántica del Neri, en pleno Barrio Gótico.
Para muchos de los habitantes de la ciudad, algunas de estas terrazas son lugares desconocidos (como lo eran antes sus restaurantes), y es una buena iniciativa que se abran , más allá de los previlegidos turistas que vienen a Barcelona, y disfrutan de una manera distinta a lo que lo somos de aquí.
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