Pan de Lujo

Uno de los restaurantes de moda en Madrid tiene este original nombre, que da título al blog de hoy. Está en plena Milla de Oro de la capital, rodeado de las mejores tiendas, y es un lugar donde se come bien, la decoración del espacio está lograda, y el surtido de panes (y aceites) que sirven en sus comidas, destacados. Un sitio más de Barcelona que de Madrid, con perdón!

En tiempos de crisis, nuestros abuelos nos dirían que ellos comían pan con pan, comida de pobres ( o de tontos según el dicho)...
Casualidades de la vida, en plena etapa de todoesnegativo-nadavabien, resurge con muuuucha fuerza el valor de este producto, básico en sus orígenes y maltratado durante décadas.

Maltratado por las gasolineras, por los supermercados low cost, por las prisas de nuestras vidas, y por la necesidad de comer pan (baguettes), en cualquier momento, bien calentito! Si, pero de calidad muy sospechosa!

Era una gozada comprarlo en los hornos del pueblo, los de la montaña, los del interior, aquellos panes redondos, gigantes, cortados o no, que duraban dias y dias sin perjudicarse...y claro, que ya casi no caben en nuestras mini-modernas-cocinas, y menos en nuestros ultra utilizados congeladores...

Ahí está, como todo, vuelve para quedarse! Nacen como setas (o como panes), hornos como los de antes, bueno, en cuanto a producto, en cuanto a esencia, no en lo que respecta a la estética, más cool, más fashion,...y es verdad, más variedad, más tecnologia, más innovación...no era eso? es que solo hay I+D en las indústrias de biotecnologia?? pues no! Aquí hay, y mucha!

Me centraré en Barcelona, que los hay de buenos. Son las nuevas tiendas-boutique-degustación de panes, como Crustó, Turris, Barcelona Reykjavik o Bopán.

En todos los casos, van expandiendo sus redes, por diferentes barrios de la capital, para que nadie se quede sin sus panes de lujo.

Bopán es el más antiguo, más cafeteria-restaurante también, combinación que me entusiasma, y que han desarrollado muy bien. El que suelo visitar antes de mis shoppingcaminatas, en la parte superior de Rambla Catalunya, me ofrece una coca de azúcar de las que ya no se encuentran.

En los Turris puedes hacer cola para comprar alguno de sus mil panes. Es un fenómeno difícil de comprender para el mundogeneral, ya que en tiempos de asueto económico, la gente compra y come pan de cebolla y bacon, o 5 semillas, a precio de trufa!

El Reykjavick nació en el Raval, y posteriormente creció por el Born...especializado en sus panes bio...Su look es el más rompedor!

La estética es en todos ellos retro-moderna. Con azulejos blancos en las paredes, obrador a la vista -otro must de estos establecimientos- y grandes cestas, con grandes panes, a la vista de los afamados clientes...

En la mayoria de los casos, son historias interesantes, de jóvenes emprendedores, que provienen de otros negocios muy distintos y crean estas bonitas historias, avanzándose a las tendencias y modas. Y a mi, estas vidas, me encantan!!

PD: eeeii, una confesión personal: seguiré siendo fiel a mis cocas de briox con crema, las que hacen en su horno, mis grandes amigos Lourdes i LLuís, buena gente, de los de siempre...